Louie Donowa, el toque exótico del Deportivo de los años 80

El recuerdo de la década de los 80 no es grato —en caso de haberlo— para el aficionado deportivista.

Con el club ascendiendo desde la 2ª División B y un importante boquete en sus finanzas, aquellos años estuvieron marcados por la angustia ante la amenaza de desaparición y el fracaso en las promociones de ascenso a Primera.

Brian Louie Donowa

Al terminar la década, el club estaba a las puertas de un brillante futuro en lo sucesivo, que nada ni nadie hicieron presagiar durante los años de la movida. Sin embargo, una de las pocas noticias agradables de aquella etapa fue Brian Louie Donowa.

Joven promesa en el eterno rival


Nacido en Ipswich, al este de Londres, se hizo profesional en las filas del Norwich City. En sus categorías inferiores destacó como uno de los campeones de la FA Youth Cup del 83. Con los mayores levantaría la Copa de la Liga en el 85, ganándose cuatro merecidas convocatorias con la Sub-21 inglesa.

Un joven Louie en el Norwich City

Tras una cesión al Stoke City, en marzo de 1986 firma un acuerdo con el Deportivo. Con él llegaría a disputar cuatro temporadas, aunque únicamente dos de ellas fueron completas.

Una nueva etapa en Galicia


Donowa llegaba a un club marcado por su pasado reciente, que luchaba por recobrar su status maltrecho.

Desde la Plaza de Pontevedra se pagó al Norwich una cifra cercana a las 50000 libras esterlinas de la época. Un buen dineral invertido para abordar el proyecto del tan ansiado ascenso.

Cambios de entrenador y de posición


Louie destacaba jugando como extremo izquierdo, aunque en Coruña se le acabaron dando funciones de nueve. Cuando llegó, Aranguren y Eusebio Ríos lo colocaron en el flanco zurdo del mediocampo.

Fue Arsenio el que lo hizo formar junto a Vicente en la doble punta de un 4-4-2 prácticamente plano, el sistema rey en aquel momento.

Donowa, formando de con el Dépor

El jugador inglés dejó para el recuerdo 20 goles y unas cuantas carreras en la retina de los deportivistas, algunos de los cuales comenzaban a nutrir las filas de los recién nacidos Riazor Blues.

Promoción de Fran y pérdida de continuidad


Tras firmar dos temporadas rindiendo a un gran nivel, la aparición de Fran dejó cubierta la posición en la que se encontraba más cómodo.

En la 88/89, Donowa fue perdiendo protagonismo y su nivel acusó un bajón importante. Club y jugador decidieron rescindir su contrato, ante la oferta de un primera holandés: el Willem II.

Comienzan a sucederse las mudanzas


El nuevo contrato deparó una única temporada en la Eredivisie. El bueno de Louie no encontró continuidad y tampoco ofreció su mejor versión, marcando 4 goles en 13 partidos.

Finalmente, Donowa pudo jugar una temporada en el Ipswich Town de su ciudad natal

Al año siguiente volvería a Inglaterra, disputando dos campañas consecutivas en la Second Division con el Ipswich y el Bristol respectivamente.

Donowa en el Birmingham City


Sus números no eran buenos y su cotización se devaluó, llevándole a aceptar la oferta de un tercera en 1991. Sin embargo, y para sorpresa de propios y ajenos, jugador y club entraron en progresión ascendente, y el equipo llegó a conseguir el ascenso.

La carrera de Louie repuntó en el Birmingham City

La de Birmingham fue la etapa más estable de la carrera de Donowa, junto a la que vivió en A Coruña. Volvió a mostrar su mejor versión anotadora y superó los 100 partidos con los azulones.

Aún así, alternó varias cesiones en los últimos años de su estancia en las West Midlands, que lo llevaron de vuelta a sucesivos contratos de corta duración.

Un trotamundos del fútbol británico


Ya fuese por su fortuna dispar o su espíritu nómada, Louie Donowa acabó siendo un culo de mal asiento. Tras cuatro cesiones, llegó a firmar seis nuevos contratos en los últimos tres años de su carrera.

Donowa, con mostacho incipiente y un bonito cardado estilo mullet

Un total de 16 equipos en 5 estados diferentes llegaron a contar en algún momento con los servicios del extremo, que anunció su retirada en el año 2000 estando en las filas del Tamworth, un modesto club de Inglaterra, al que había llegado poco antes procedente del Inter Turku finlandés.

Con todo, Louie siempre será recordado con cariño en Coruña. Por su velocidad, por sus ganas de proponer un fútbol vertical y por su chispa. Pero, sobre todo, por ese toque exótico que hizo más amenos varios años de aquel Deportivo gris, poco antes de que naciese el SuperDépor.