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Platini, con la blanquiverde de Kimberley |
Que un equipo juegue un partido de fútbol con la equipación de otro es algo que difícilmente tiene cabida en el fútbol moderno. El marketing dicta las normas ahora, pero a lo largo de la historia de los mundiales ha habido varios casos en los que una selección ha tenido que tirar de camisetas prestadas.
Generalmente, las camisetas pertenecían a algún club local que las cedía ante la imposibilidad de disputar el partido en condiciones razonables. Los motivos, en la mayoría de los casos, fueron tan pueriles como el despiste de algún utillero o la falta de previsión por parte de los árbitros o federaciones. Son cosas del fútbol de antes. Por lo general, estos episodios solían quedarse en pura anécdota y, lejos de suponer un problema, el equipo que jugaba 'de prestado' se aprovechaba del tirón que suponía entre las gradas vestir con los colores del club de la ciudad.
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Austria vistiendo de azul celeste en Italia 1934 |
Austria y Napoli en Italia 1934
El primer caso que se registra no se hizo esperar demasiado. Ocurrió en la segunda edición de la Copa del Mundo, celebrada en Italia en 1934. Y fue nada menos que Austria, la gran potencia del momento, la que se vio jugando con otros colores. El muy recordado Wunderteam de Hugo Meisl jugaba en Nápoles ante Alemania el partido para dirimir el tercer y el cuarto puesto. Es cierto que el partido ya no tenía los mismos alicientes que los anteriores. Menos aún a sabiendas de que Matthias Sindelar, probablemente el mejor jugador del mundo, causaba baja. La cuestión es que ambas selecciones utilizaban uniformes prácticamente
idénticos entre sí. El blanco había sido históricamente el color de unos
y otros. Sin embargo, este detalle se le escapó al árbitro italiano
Carrara, quien no comunicó a alguno de los conjuntos la necesidad de traer un uniforme suplente.
Medio partido se jugó con ambos equipos de blanco. La contienda dio comienzo en el Stadio Giorgio Ascarelli, ante la desorientación de público y jugadores. El juego combinativo del Equipo Maravilla se vio seriamente afectado por las circunstancias, y Alemania consiguió adelantarse en el marcador en cuestión de segundos. Tras el descanso, se lanzó al aire una moneda para determinar qué combinado vestiría la equipación de emergencia que el personal de la organización pudo encontrar a fin de resolver el entuerto. Fueron los austríacos los que tuvieron que enfundarse aquellas camisetas de color azul claro. Según la mayoría de las fuentes, se trataba de una equipación de entrenamiento que solía utilizar el equipo local, el SSC Napoli.
Otras informaciones apuntan a que pertenecían al equipo romano de la Lazio. Sea como fuere, Lazio o Napoli estuvieron presentes en el mundial. A pesar de vestir como el cuadro partenopeo, los austríacos perdieron el partido 3-2 y quedaron cuartos. Un resultado totalmente inmerecido para ellos en un mundial que fue orquestado desde el primer momento para que ganase la anfitriona Italia.
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La selección mexicana a franjas blancas y azules del Cruzeiro de Porto Alegre |
México y Cruzeiro de Porto Alegre en Brasil 1950
Tras doce años de parón por la II Guerra Mundial, se retomó la actividad mundialista. Y nada menos que en el país de la samba. Los combinados de Suiza y México llegaban al último partido de la primera fase de grupos sin opciones. Quizá por ello, nadie prestó demasiada atención a la coincidencia de ambas vestimentas. Los televisores domésticos aún no conocían el color, pero ni así hubiera distinguido nadie la tonalidad granate de los norteamericanos del rojo vivo de los centroeuropeos.
Se realizó el sorteo de rigor, que benefició a los mexicanos. En un gesto de cabellerosidad, cedieron a Suiza el honor de jugar con sus colores oficiales, mientras que ellos adoptaban el uniforme a listas verticales en blanco y azul del Esporte Clube Cruzeiro —el de Porto Alegre, no el bicampeón continental con sede en Belo Horizonte—.
El partido se desarrolló sin problemas y, de nuevo, la selección de incógnito perdió. En este caso, el marcador final reflejó un 2-1 favorable al combinado helvético.
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Argentina llevando la camiseta amarilla del IFK Malmö |
Argentina y Malmö en Suecia 1958
A diferencia de los casos anteriores, el malentendido que se produjo en Malmö durante la disputa del mundial de Suecia 1958, ocurrió nada menos que en el partido inaugural. Cuando los equipos de Alemania Federal y Argentina
se presentaron en el campo, los operarios y el personal de los servicios televisivos ya estaban allí. Varios de ellos notificaron la problemática nada más comenzar el encuentro a las autoridades FIFA. Resulta que en una emisión en blanco y negro, aún siendo diferentes, las camisetas de unos y otros no se distinguían, pues el celeste de las bandas verticales de los sudamericanos era excesivamente claro.
El entuerto quedó finalmente resuelto cuando el principal equipo de la ciudad, el IFK Malmö, cedió el amarillo de su tricot a los delegados de la federación argentina. El partido se pudo reanudar poco después, y la RFA consiguió ganarlo remontando con tres goles el tanto inicial de Corbatta.
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Jugadores franceses de blanco, verde, azul y rojo |
Francia y Club Atlético Kimberley en Argentina 1978
Uno de los episodios más recordados es el que llevó a Les Bleus a ser, por un día, un poco menos bleus.
Ocurrió en Mar del Plata, en un partido que disputaban ante Hungría y
que resultaba del todo intranscendente. El color no había llegado a
demasiados televisores domésticos, y eso provocaba que el azul y el rojo
de los uniformes titulares de ambas escuadras no se distinguiese
durante la emisión.
Se acordó que Hungría vistiese de blanco, su uniforme suplente. Francia
debía vestir de azul, pero por un error del delegado francés las
camisetas titulares se quedaron en el hotel de concentración. En el calentamiento previo, Henri Michel se dio cuenta de que bajo el chándal de un jugador rival, asomaba una prenda blanca, así que el malentendido se tuvo que resolver utilizando las blanquiverdes de Club Atlético Kimberley.
En esta ocasión, por primera vez en la historia de la competición, el equipo que vestía de incógnito se impuso a su rival, y Hungría salió derrotada por tres tantos a uno.
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Costa Rica vistiendo de Club La Libertad y de bianconero juventino |
Costa Rica y Juventus en Italia 1990
En el segundo mundial que organizaba el país transalpino, la selección
Tica utilizó un uniforme sorpresa. Es el único caso en el que la situación surgió de forma premeditada. Los centroamericanos ganaron el primer partido con su clásica camiseta titular roja. En el segundo, a disputarse en Delle Alpi, se presentaron con una elástica a franjas verticales blancas y negra. Teóricamente, se trataba de un homenaje al Club Sport La Libertad, histórico recientemente desaparecido del fútbol costarricense. Sin embargo, todo el mundo lo entendió como una treta del técnico, Bora Milutinovic, para mimetizarse con la
Juve. A pesar de ser jaleados por la hinchada de la
Vecchia Signora, la estrategia no dio resultado en un primer momento. Brasil se llevó la victoria por la mínima, pero no Suecia, a la que derrotaron en el último partido del grupo.