Muchos años se pasó Sergio Escudero (Valladolid, 1989) en la órbita del Deportivo. Tras despuntar en un Murcia todavía en Segunda, eligió irse al Schalke 04 el verano de 2010 a pesar del sabido interés que suscitaba en la Praza de Pontevedra. No es como para culparlo, ya que aquel Dépor moribundo descendió a Segunda al finalizar esa temporada, y la aventura alemana pintaba mucho mejor.
En Gelsenkirchen aterrizó en un vestuario plagado de grandes nombres, defendiendo los colores del entonces subcampeón de la Bundesliga. Su presencia se sumó a la de Raúl y Jurado en lo que brevemente fue conocido como Spanischer Schalke en la prensa local. Una superestrella mediática y dos jóvenes portentos del fútbol hispano al servicio de un equipo que peleaba por hacerse un hueco entre lo mejor de Europa.
Además, entre los jugadores locales se encontraba un joven Manuel Neuer y unos Metzelder y Klaas-Jan Huntelaar que regresaban a Alemania tras su experiencia en el Real Madrid. Farfán, Uchida, Draxler y Charisteas eran también figuras en un club capitaneado por el joven mediapunta croata Ivan Rakitic, que pronto abandonaría el club para unirse a la disciplina sevillista.
La experiencia en la cuenca del Ruhr, sin embargo, no fue lo esperado para Sergio Escudero, que pronto hizo las maletas para recalar en el siempre insulso Getafe. Allí no pasó de media tabla hasta que Monchi puso sus ojos en el lateral vallisoletano y se lo llevó a Nervión. Aunque no consiguió ser titular indiscutible en las siguientes 7 temporadas con el Sevilla, tuvo minutos y puede presumir de palmarés internacional gracias a las 2 Europa League ganadas en esos años.
Una breve estancia en el Granada y sus dos últimas temporadas con el club de su tierra, el Valladolid, dejaron a Escudero como uno de los jugadores más fuertes de la segunda categoría nacional tras el descenso pucelano del verano pasado.
Sergio Escudero llega al Deportivo muchos años después de haber sido objeto de deseo por parte de la Secretaría Técnica del club y, a pesar de sus casi 35 años, intentará mostrar el nivel que todavía atesora en una posición donde la actual plantilla cojea tras la marcha de Balenziaga.