Se ha hecho público el fallecimiento de Jorge García Santos, el otro Parrocho, el de la década de 1980. Si hace poco más de un año nos dejaba el primero de los que portaron ese seudónimo, ahora se ha ido el segundo, el que comenzó a vestirse de corto a finales de los 70 en Riazor. Un guardameta que vivió enterita la primera caída a los infiernos del club, y defendió sus colores hasta el final, hasta dejarlo en la élite del fútbol nacional.
Peleó la titularidad nada menos que con Paco Buyo y, a la marcha de éste, se hizo un fijo en la portería blanquiazul. Llegó a disputar más de 300 partidos con el club, repartidos a lo largo de 15 temporadas, lo que convierte a Parrocho en uno de los emblemas de la entidad, por mucho que no llegase a jugar en primera división y se quedase a las puertas de vivir la aventura del Superdépor.