Al fin llegó la primera victoria de la temporada. Fue en Riazor y ante más de 26.000 almas en el último fin de semana de agosto, reeditando un derby de las Rías Altas que hace poco se celebraba en una categoría inferior. Enfrente, un Racing del que sabíamos de sus capacidades ofensivas y juego vistoso, pero no de su versión plana y especuladora. Planteó un mal partido Cristóbal Parralo en su regreso a Coruña, y su homólogo en el banquillo local tampoco lo hizo mucho mejor.
Pocos cambios en el once
Se esperaban más novedades de inicio en un Dépor muy reforzado en la ventana estival, pero Idiákez sólo introdujo como titular a Hélton Leite bajo palos. El otro cambio reseñable se produjo en banda izquierda, donde David Mella actuó como lateral, dejando su hueco en tres cuartos de campo para que Soriano, Lucas y Yeremay pudiesen encajar en el once.
Control de la posesión
Con mucha naturalidad asumieron los locales el control del partido. Un inicial remate escorado de Jiménez no asustó a los deportivistas que, poco a poco, iban cercando la portería de Jesús Ruiz. Eso sí, las llegadas apenas conseguían traducirse en peligro. Únicamente un disparo de Mella, otro de Jurado —en segunda jugada y que se fue arriba por poco— y de nuevo Mella a centro de Yeremay inquietaron a los ferrolanos.
Pérdidas de tiempo constantes
El primer acto terminó ofreciendo muy poco espectáculo. La dinámica de juego se vio, además, interrumpida por un aparatoso choque entre Pablo Vázquez y Aitor Buñuel. El central pudo reincorporarse con un vendaje en la cabeza mientras el racinguista, peor parado, salió del campo ayudado por las asistencias médicas y visiblemente aturdido. Se perdió mucho tiempo de juego y el añadido fue de 6 minutos, que intentaron apurar los blanquiazules sin éxito. Los jugadores visitantes empezaron a ralentizar cada acción, y siempre había alguien en el suelo. El Dépor estaba en su mejor momento, y trataron de enfriar el partido, con el permiso del árbitro, muy silbado esta tarde en Riazor.
Tras el descanso, todo igual
La segunda mitad empezó de la misma forma que la primera. Un Racing motivado durante los primeros compases intentó mostrarse agresivo, pero el Deportivo tardó poco en hacerse con el manejo de la posesión y, en una internada de Mella, acabó recibiendo Yeremay, ahora situado en banda izquierda. Caracoleó hacia dentro y al llegar al vértice del área, ejecutó un centro-chut raso que se colaba pegado a la cepa del segundo palo. Era el minuto 54 de partido. A partir de ahí, el canario se vino arriba y dejó destellos de una clase que Mella supo acompañar con pundonor y verticalidad.
Mella, lo mejor antes y después del gol
El 17 volvió a echarse a la espalda el equipo. Su partido fue incluso mejor que el de Yeremay, pues tuvo una gran incidencia tanto en acciones defensivas como atacando. Mella aporta una energía diferente, que contagia a los demás y mejora el rendimiento del equipo. Nadie lo supera en actitud, y destaca especialmente a la hora de tomar decisiones, incluso en los balones menos trascendentes.
Yeremay se viene arriba
Tras el gol, el Deportivo decidió no cerrarse y seguir proponiendo. Una buena combinación tras robo en defensa produjo una transición rápida culminada de nuevo por Yeremay. Poco faltó para que el diez deportivista calcase la acción del 1-0 en otro disparo que se fue por poco, esta vez buscando la escuadra del arco racinguista.
Estreno de varios debutantes
Lucas también probó fortuna con un saque directo. El de Monelos se ha convertido en un especialista a balón parado, y buscó sorprender disparando al primer palo. El meta Ruiz se estiró para despejar con los puños, y esa fue la última intentona local digna de mención. La entrada de Bouldini, el otro debutante junto a Héldon esta tarde, aportó consistencia en ataque. El marroquí generó buenos robos de balón y alguna combinación destacable, pero no consiguió finalizar jugada.
Cambios lentos e irrelevantes
Los cambios de Imanol Idiákez, a excepción del antes mencionado, fueron difíciles de entender. El reemplazo en punta de ataque se produjo en el 65' y después de que Barbero llevase muchos minutos sin aparecer. Fue acertado y aplaudido por la grada. Los demás llegaron muy tarde, y dieron la impresión de que el técnico buscó dar cancha a algunos jugadores que, previsiblemente, no van a tener demasiados minutos esta temporada. Davo, Petxa y Mfulu se incorporaron a pocos minutos del pitido final, siendo Obrador y Jaime los últimos en entrar, ya sin opciones de participar en el juego.
Balance general positivo
En el apartado positivo han quedado, tras el partido de hoy, las buenas sensaciones de Mella y Yeremay —algo que no es nuevo—, el buen debut de Hélton en portería y el gran partido de Pablo Martínez y Pablo Vázquez en defensa, muy serios y resolutivos. Es importante comprobar que el núcleo defensivo del equipo está bien cubierto y que podemos gozar de cierta solidez atrás.
Aún queda mucho que remar
Resumiendo lo visto hoy en Riazor, está claro que la parroquia blanquiazul se marchó del estadio contenta por los tres puntos cosechados, que inauguran un casillero hasta ahora vacío tras las dos derrotas iniciales. Sin embargo, el equipo sigue planteando dudas a cerca de su efectividad y no parece que el planteamiento actual nos permita ser demasiado competitivos en la nueva categoriía. Además, nos fuimos con las ganas de ver debutar a Charlie Patiño y a otras caras nuevas como Gauto, Patiño y Herrera.