— ¿Sabés por qué somos campeones?
— No, ¡decime!
— Pues porque los de Racing... ¡¡¡tenemos un buen par de pelotas!!!
Así festejaban dos youtubers la victoria de Racing Club en la Copa Sudamericana 2024. Ciegos de alegría, chillaban de tal forma que apenas uno podía entender lo que trataban de decirse. Viendo en directo aquella narración, me acordaba de por qué me gustó siempre Racing. No sólo es un club campeón. Es un club diferente.
Dos gigantes a tres cuadras
Avellaneda es un conocido barrio de Buenos Aires. Y resulta que es tan extenso y tan futbolero que allí hay sitio para que convivan dos equipos grandes, históricos, universales. Si bien Independiente es el que tiene más títulos de toda Sudamérica, con siete Libertadores, sus vecinos —y eternos rivales— no le van a la zaga. La relevancia de una institución como es Racing Club se explica a través de su larga historia como institución.
Fundado en 1903 y conocido popularmente como La Academia, viste con remera albiceleste y pantalón negro, a imagen de la selección nacional. La cantidad de títulos que recoge su palmarés es inferior la que ostenta el vecino Club Atlético Independiente, sí. Pero los que ha ganado Racing, aunque son menos, han resultado ser certeramente importantes y de un mérito colosal.
La Libertadores '67 fue de Racing Club
Con 18 ligas, el cuadro franjiceleste figura como el tercero más laureado del país. Muchas fueron conquistadas en la década de los 10 y en la de los 20 del siglo pasado, en los albores del profesionalismo. No obstante, su gran éxito internacional no llegó hasta el año 1967, con el histórico doblete de la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental. El equipo argentino se plantó en la primera final ante un todopoderoso Nacional de Montevideo, en el que formaba un joven Víctor Espárrago. Tras dos empates a cero, Racing se impuso en el desempate con un inmenso Norberto Raffo, que fue máximo artillero de la competición.
La segunda, jugada ante los leones de Glasgow, se jugó a doble partido también. El Celtic de Jimmy Johnstone parecía un rival durísimo, pero en el límite de lo posible, Racing conseguía remontar en el Perón el 0-1 encajado a la vuelta. Un éxito que propulsó en ultramar el prestigio del club, erigido en grande de Sudamérica, y sustentado en el prestigio de jugadores como Alfio Basile, Roberto Perfumo y el mismo Raffo.
Otra victoria de prestigio en la Supercopa '88
Aquel éxito no tuvo continuidad hasta pasados veintiún años, con la victoria en la primera edición de la Supercopa Sudamericana, un torneo que enfrentaba a los campeones históricos del continente. Por bando argentino formaban el Pato Fillol, Néstor Fabbri, Ludueña, Walter Fernández, Colombatti o el mítico Rubén Paz, luego de su aventura fallida en el Matra Racing de Lagardère y traspasado poco después a la Genoa. Enfrente estuvo —cosas de la vida— un Cruzeiro que volvió a saborear la derrota a manos de Academia. Tuvo que pasar un cuarto de siglo para reeditar esa final este 2024 en la Sudamericana, con Racing Club saliendo de nuevo campeón.
La despedida de Racing al Piojo López
Recuerdo la primera vez que cogí simpatía por los colores de este equipo. Fue alrededor de 1997, mientras veía imágenes de la loquísima despedida con que el Estadio Presidente Perón decidía obsequiar a su jugador franquicia, Claudio Piojo López. El entonces jovencísimo delantero ponía rumbo a España, con la enorme responsabilidad de hacer olvidar cuanto antes la baja que Predrag Mijatovic causaba en el Valencia ese verano.
Con el Piojo a hombros de una muchedumbre, la gente enloquecía invadiendo el campo como si el mundo se fuese a pique. Los barras bravas encaramándose a las porterías se llevaban pedacitos de red como recuerdo, y la joven estrella no podía contener unas lágrimas tan sinceras que llegaban a conmover a cualquier ajeno a semejante locura. El siete de La Academia partía en busca de un futuro brillante, y dejaba tras de sí a la grada del Cilindro, fiel hasta la muerte, a pesar saberse huérfana de su gran ídolo desde aquel partido.
Llegó la Copa Sudamericana '24
Casi 30 años después de ver aquellas imágenes —cuando Canal+ era lo único que teníamos—, sentí alegría por la hinchada de Racing. Otra vez está en la cima del fútbol continental después de una merecida victoria ante los siempre difíciles estrelados de Belo Horizonte. El partido se puso pronto de cara, tras anotar Martirena en el '15 y Adrián sólo cinco minutos después. Kaio Jorge recortó en el '54 para poner el partido intensísimo. Sufría Racing esperando a que corriesen los minutos, pero llegada la recta final del juego, Roger Martínez aprovechó el vaivén loco para sentenciar cuando todo estaba roto y había que morir. Racing es campeón otra vez. ¿Y por qué? Pues porque tienen un buen par de pelotas.