Una jornada más se va, ya van un total de 18 o lo que es lo mismo 54 puntos. Tenemos en el casillero 21 puntos, de los cuales por un lado, Imanol ha conseguido 10/36 y por el otro, Gilsanz suma 11/18. Las cifras son claras pero, ¿hemos mejorado en algo más que en los resultados?
Si analizamos los encuentros un poco de cerca y vemos cómo los ganamos, todo hace presagiar que va a ser difícil mantener esta proyección, ya que no hemos tenido en muchos de ellos fundamentos futbolísticos suficientes para ser superiores en el verde.
En el partido contra el Zaragoza salvamos un punto, no perdimos 2. El rival fue muy superior en cuanto a produción ofensiva se refiere. 23 tiros totales, 20 dentro del área, 4 a puerta y 11 ocasiones claras de gol, en cambio el Dépor, 5 tiros totales, 3 dentro del área, 2 a puerta y 2 ocasiones claras. El equipo no dio su mejor versión, parece que se encuentra más cómodo lejos de Riazor y es que fuera de casa se está viendo a un Dépor más alegre. Si no llega a ser por la puntería maña seguramente estaríamos hablando de una derrota en la pasada jornada porque sí, queridos lectores, merecimos perder con creces.
Los jugadores más destacados fueron Helton Leite, salvando una vez más al equipo con paradas de mucho mérito, Mario Soriano, anotando un nuevo gol, Lucas y Mfulu. No podemoste decir lo mismo de jugadores como Escudero, Villares, los dos Pablos y Barbero.
El gol maño llego por la banda izquierda. Obrador no tapa bien el centro que, tras un rebote en la defensa blanquiazul, llega a un Francho Serrano libre de marca la cual debería estar protegida por Jose Ángel.
Producimos muy poco fútbol, ahora incluso menos. El estilo de Gilsanz se enfoca bastante en las tareas defensivas, por eso vemos al equipo mucho más junto que con Idiakez, aunque sin olvidarse del ataque pero, durante los partidos que lleva al frente del deportivo hemos generado mucho menos. A pesar del cambio defensivo, salvo el partido contra el Eibar en casa, encajamos al menos 1 gol por partido. El equipo debe seguir trabajando en esto y corregir, especialmente, el balón parado y aéreo.
Otra característica del juego de Gilsanz son las transiciones y, precisamente por ello, creo que Fernando Soriano ha escogido a este entrenador, entre otras cosas. Cualquiera que vea algo de fútbol, y a este Dépor, sabe que el equipo pide a gritos un juego basado en transiciones rápidas en donde la calidad y velocidad de Mella y Yeremay salgan a relucir. Por ahora esto poco se está viendo, salvo contadas ocasiones, hay que dejar trabajar a Gilsanz y esperar que los Reyes Magos traigan al ansiado mediocentro creativo y a un delantero que asegure, sobre el papel, una capacidad anotadora acorde a la categoría.